Hacer que tus hijos coman más verduras puede convertirse en una verdadera batalla campal. Para evitar frustraciones y lograr que los pequeños del hogar lleven una dieta balanceada, considera estas estrategias.
De la vista nace el amor. Mantén verduras lavadas, cortadas y a la vista en el refrigerador1 y sírvelas como bocadillos. Cuando vayas a la tienda, empieza tu recorrido por el pasillo de las legumbres y pídele a tu hijo que te ayude a escogerlas. En casa, si está en edad de ayudarte, invítalo a prepararlas juntos.
Ensaladas al rescate. Sirve ensaladas con más frecuencia. Las verduras de hojas verdes como las acelgas, las espinacas y la col rizada, entre otras, son ricas en vitaminas y minerales2. Para que las ensaladas luzcan más apetitosas, agrega frutas, como fresas o manzanas, y frutos secos, como nueces o almendras, tus creaciones serán irresistibles.
Prueba recetas vegetarianas. Experimenta preparando esos platillos que son los favoritos de todos, como espagueti o lasaña, y sustituye la carne por verduras1. Prueba también preparando pizzas e incorpora vegetales entre los ingredientes principales e incluso prueba recetas de hamburguesas con vegetales, son deliciosas.